lunes, 12 de diciembre de 2011

Arcos de Triunfo.

Un arco de triunfo, como su propio nombre indica, es un monumento construido para rememorar una victoria militar. El primer pueblo que comenzó con esta tradición fue el romano y, aunque su edificación se inició en la época de la república, sólo nos quedan restos de los arcos imperiales. Al principio eran muy simples, una puerta temporal que daba acceso a la ciudad, pero más tarde los materiales cambiaron (se empleaba mármol de primera calidad), el ornamento era más elaborado y se construían tres arcos, uno más grande que los otros dos. También se añadieron, con el paso del tiempo, cuadrigas de caballos de bronce que coronaban el arco.

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-Arco de Septimio Severo:

Fue erigido en el año 203 de nuestra era para conmemorar una victoria del emperador Septimio Severo y sus dos hijos, Geta y Caracalla. Se sitúa en un extremo del Foro Romano, a los pies de la colina del Capitolio. Está compuesto por tres arcos, uno central mayor que los otros dos, y las columnas que contiene poseen bellos decorados y relieves. En la parte alta, hay una dedicatoria que en el pasado se hallaba escrita con letras de bronce, perdidas en la actualidad. Dicha inscripción la dedica el emperador a su hijo Caracalla, que fue asesinado por su hermano a causa de los celos. Por último, el arco se halla coronado con una cuadriga de caballos en la que aparecen padre e hijos.



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-Arco de Tito:

Se inauguró poco después de la muerte del emperador Tito y glorifica todas sus victorias contra los judíos. Sobre el arco, aparece la diosa Roma vestida con un yelmo y la “victoria”, una figura con alas que coloca una corona de laureles sobre el emperador. Además de las imágenes antes nombradas, aparecen representaciones de Tito en Jerusalén. Se encuentra al sudeste del Foro Romano, en la Vía Sacra. A diferencia del arco de Septemio Severo, sólo está compuesto por un arco central que se apoya sobre un podio.




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-Arco de Constantino:

Es el arco más moderno de la ciudad de Roma, pues fue construido en el año 315 en conmemoración de la victoria del emperador Constantino I El Grande en una batalla por el poder contra el ejército de otro emperador, Majencio. Se sitúa entre el Coliseo y la colina del Palatino, y para su construcción se produjo el expolio de edificios anteriores, es decir, que, sin permiso de las autoridades pertinentes, materiales de otros monumentos fueron extraídos para las obras. Se compone de tres arcos, uno central mayor que los otros dos, y la parte inferior del arco está hecha de mármol, mientras que la superior es de ladrillo con remates de mármol. En la región alta aparecen una serie de inscripciones, originalmente de bronce.

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